Uno de los compromisos contraídos con Europa es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y obliga a aplicar planes de gestión y mejora sobre la calidad del aire en las ciudades y a informar a la población en caso de episodios de contaminación alta, y que mejor manera de hacerlo que fomentando el uso de la bicicleta.
Lo hemos escuchado muchas veces: si Madrid tuviera el relieve de los Países Bajos o de Dinamarca sería más fácil ir en bici. Pues bien: científicamente es comprobable que el viento de esos países hace al ciclista esforzarse más que las cuestas de Madrid.
Ciudades y conflictos
Madrid es la peor ciudad española para circular en bicicleta según una encuesta realizada por OCU a 4.000 habitantes de 16 ciudades españolas. El mismo documento apunta a Sevilla, San Sebastián y Vitoria como las urbes más adecuadas para este medio de transporte.
Este uso de la bicicleta como medio de transporte urbano "está generando conflictos" en las ciudades por la "falta de infraestructuras para ciclistas" y la "deficiente planificación" que, a su juicio, se lleva a cabo para adaptar el entorno a la circulación de ciclistas.
España es el país que más sistemas de bicicletas de alquiler público tiene, pero es el que menos bicicletas tiene por sistema , con alrededor de 26.000, en algo mas de 130 ciudades.
Barcelona es sin duda la ciudad con el mayor número de bicicletas de alquiler unas 6.000 y 421 estaciones de recogida/entrega.
El sistema de alquiler en Madrid llega con bastante retraso con respecto al resto de ciudades españolas, consta de un parque de 1.560 bicicletas y 126 estaciones.
Se podría decir que Madrid es una ciudad hostil y no está preparada para una convivencia entre coches, ciclistas y peatones.
Motivos pueden ser muchos, hay ciclistas que circulan por las aceras, a pesar de estar prohibido, por miedo a circular por la calzada con los coches. Por otro lado los conductores se quejan de que los ciclistas no respetan las señales de tráfico y provocan accidentes, mientras que los ciclistas exigen una conducción menos agresiva por parte de los vehículos repetando las distancias de seguiradad y un mayor número de carriles bici.
Y con parte del trafico ciclista trasladado a las aceras, ahora son los peatones quienes se quejan, al tener que andar esquivando las bicicletas.
Al igual pasa que hay peatones que creen ser una bicicleta.
Hace mucho tiempo que Holanda entendió que para crear cultura de bici hay que empezar en la raíz.
Desde los años 30, los niños realizan exámenes especiales para aprender a moverse con soltura y seguridad en bicicleta por las ciudades.
Cada año, 200.000 chavales de 12 años reciben esta formación obligatoria poco antes de empezar el instituto. Educación que ayuda a que los niños estén preparados para viajar de forma autónoma cuando empiezan la segunda etapa de su fase escolar.
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